«Oráculo»

http://lasantasofia.blogspot.com/

Dueño de los ojos

Te mirás al espejo y no te das cuenta que es mentira mucho de lo que te contás.
Como por ejemplo que estás más gorda, que se te está cayendo el pelo, que ya nadie te mira con ganas, que yo sigo a tu lado.
Te mirás todos esos costados flacos y no te das cuentas de que yo ya me fui, de que ya no estoy. Mi presencia fue difuminándose como la marea que baja.
Te mirás para mí. Y yo miro para el otro lado.
Así la cosa, una indiferencia total de mi parte, que te parte, te raja y te quiebra y entonces te ponés a pucherearle tu ego lastimado a cualquier pelambre que se te cruza.
Pero fijate también las ganas que yo tengo de meterme en tu historia que no paro de decir «yo, yo» como quien grita «fuego, fuego»: para meter bulla y romperte un poco las pelotas, que eso se me da bien con vos, ¿sabes?
Y claro, para mantener lejos a los buitres.
Como a ese chabón que te hizo la rondita hace unos meses. Ahora ya sé que no te la hace más… pero bien que hubo días que te miraste pare él. Entonces yo le pegué un tirón a la correa, nada, un cortito, un «que mal me siento», un «¡ay!», un suspiro… y tácate… ahí estás frente al espejo de nuevo toda mía tu mirada.
Soy un capo.
Porque importa un carajo lo que mira tu mirada. Te diría que me parece que ya ni me calienta. Tengo tu mirada de vos y eso es todo lo que vale, eso es tenerte toda, eso es ser un capo, ¿te das cuenta?
Qué te vas a dar cuenta si te la pasás diciéndote mentiras al espejo. Si no te das cuenta que ya no estoy a tu lado sino arriba tuyo, que casi como que sos mi esclava.
¡Shhh! Silencio, quiero escuchar cómo empieza Tinelli. No pasés frente al tele… pero qué ganas de joder, che.
Qué boluda que estás, ahora encima te ponés un camisón sexy para que yo te mire y no te doy ni cinco de pelota. Miro la tele tranqui porque tengo tu mirada de vos y entonces te tengo a vos pero sin embargo nadie es mi dueño, nadie tiene mis ojos…