Madame Popodópulus monta en furia, prevarica, amenaza y mete miedo (además hace su trabajo, interpretar las encuestaciones)








Estimados confraternulios de esta bitácora pseudo literaria
Mi nombre es Marina Evangelina Sorbina del Cántaro Popodópulus, ya me conocéis. Podéis llamarme Madame Popodópulus a secas.

Quería comenzar recordando mis años en la escuela de la Santísima Britanidad de Hierro, ah, los maravillosos años dorados de la infancia, el silencio absoluto de los claustros y la mirada amarga y adoctrinante de las monjarretas y los curalangas. «La espalda recta, Miss Popodópulus, la boca cerrada, la mirada al frente y arriba, donde está la cruz, vamos». Y así, así nos iban educando, y así, así, crecimos derechas y humanas. Si cometíamos un error (lo que rara vez pasaba) no solo lo enmendábamos sino que hacíamos penitencia y flagelación.

¿Pero por qué, estimada Madame Popodópulus, nos cuentas estas anécdotas del brillante pasado que siempre fue mejor?, ¿acaso tu trabajo no es interpretar las encuestaciones, adorable dama? Ay, chiquillos, chiquillos… porque Madame Popodópulus se preocupa por vosotros y vuestras almitas tercermundistas e inmortales; porque Madame Popodópulus quiere que seáis buenos y bellos y que no chilléis ni os insubordinéis porque eso no tiene ningún sentido.

Además, quería hablaros de cierto incidente ocurrido el martes 09 de marzo del 2010. Quizás os hayáis enterado por el «Mensaje pegado con cinta skotch» en ese mismo día, o quizás lo intuisteis al venir a leer mi columna (que es la única que vale la pena en este lodazal de bitácora) y descubrir que alguien había estado metiendo mano y redecorando todo el lugar. Y ese alguien tiene nombre y apellido, y esos son Braulio y Brauny, otro soretito de los que andan con mucho tiempo libre y se dedican a “trabajar”.

Realmente lo que haga el palurdito Calisto con este lugar me importa dos terrones de azúcar, pero que no se metan con mis cosas, ¡por favor, soy una Madame (y futura Lady, por Dios)! ¿Cómo se le ocurre al pintorcito intentar entrar a mis despachos privados, particulares, decimonónicos y sacros? Encima dejarme el picaporte manchado con esa pintura negra espantosa con la que estuvo retocando el fondo, ¿quién le dio permiso? ¿quién fue el infame, borrego, maricueca, escrotoso, bobalicoso, fantoche, retrógrado y con mentalidad de empleado público administrativo que le dio permiso de meterse con Marina Evangelina Sorbina del Cántaro Popodópulus?

Ah, no, y eso no es todo, al muy mongoloso de Brauny se le cayó el resultado de una de las encuestaciones en un tacho de pintura. Así que toda la información recaudada se perdió irremediablemente. ¿Entienden ustedes, lectores, la gravedad de este hecho? No solo no me deja hacer mi trabajo, lo cual es tan grave como escupir en la vía pública (bah, escupir en general… hay fluidos que los seres humanos deberían mantener siempre adentro, con dignidad) sino que además se burlan de vosotros, lectores, de vuestro precioso tiempo invertido en elegir concienzudamente tal o cual opción. Os recuerdo en qué consistía la encuesta:

Una mañana usted decide cambiar de religión o abrazar una nueva. Cuál sería su cóctel espiritual ideal:
  1. Una medida de oriental zen más una medida local/tradicional cuasi folklórica, hielo y limón, agitado en coctelera. 
  2. Un ser extraterrestre puro que nos traiga la salvación desde las estrellas, en vaso largo y frozen.
  3. Un señor negro con traje, discurso "progre" con una medida de nobel de la paz y un toque de menta de la mentira.
  4. Un dios orgiástico y carnavalero que me permita tirar la casa por la ventana con el/la vecino/a que me gusta sin sentirme culpable, con dos hielos y un chorrito de jugo de naranja.

Aunque es una verdadera fatalidad lo que ha sucedido, y juro que voy a elevar mi queja hasta el cielo y más allá (la Cámara de Lores), lo cierto es que hay una parte de este dulce espíritu que anima a mi pudoroso cuerpo que se alegra de que las cosas hayan resultado como resultaron. Después de todo quizás sea la divina providencia. ¿Por qué dices esto, querida Madame? Bueno, chiquillos, porque vuestras almas están contaminadas por la idolatría más repugnante. ¿Por qué dices esto, querida futura Lady? Porque soy una mujer muy precavidosa y fui tomando notas de los resultados parciales de esa encuesta… ¿y a que no saben qué? Más de la mitad de los veintiocho (XXVIII) votantes se dejaron seducir por la cuarta opción. ¡La cuarta, Santa Madre de Dios! ¿A dónde va este mundo? ¡Derechito al apocalipsis, estamos irremediablemente perdidos en la degradación moral de esta era postmoderna!

Pero ya nada más queda de esos resultados ni de esa encuestación tan mal diseñada. Por lo tanto vamos a la siguiente, que al menos tiene la gracia de que los votantes podían elegir más de una opción, lo que la hace espantosamente compleja de analizar y me causa tremendas frustranvalaciones que después no me dejan ir al baño con total tránsito liviano. Como no podía ser menos que todos los infelices que dicen “bicentenario” cada cinco palabras, Calisto escribió:

Llega el Bicentenario de la Revolución de Mayo, usted lo festeja (puede elegir más de una)
  1. Compra alguna enciclopedia por entregas acerca del tema (nunca la leerá, pero queda bonita, vio) - 0 (0%)
  2. Se deja las patillas o se peina con rodete - 2 (14%)
  3. Realmente se pone las pilas, entra a estudiar la historia, comprende el pensamiento de los prohombres de Mayo, ve el coraje, la sangre, el desenfreno, el romanticismo y el barro; y luego ve por qué se convirtieron en la Generación Maldita. -  3 (21%)
  4. Va por las escuelas asistiendo a actos patrióticos con un fervor inusitado - 0 (0%)
  5. Trata de seguir haciendo la revolución - 5 (35%)
  6. Mirá las cosas que preguntás, ¡Lo único que importa del 2010 es el fóbal! ¡Messi, vamo, Messi, si no te vamo a colgar! - 4 (28%)

La primer lectura de estos datos es clarísima: esta bitácora se ve amenazada por los revolucionarios (seguro que la mayoría todos barbuditos que jamás terminaron sus estudios universitarios y que viven de la pensión de sus padres o sus abuelos) y el barro del populismo futbolero que al menos le da a este país un poco de prestigio positivo y mantiene las mentes de nuestros jóvenes puestas en algo superfluo y repetitivo, como debe ser, y además les da esperanzas de campeón que luego se les quiebran como un cristal dañándoles la moral y la fe de que van a ser algo mejor que los demás, lo cual también es bueno porque ya lo dice el dicho: “cada cual que se ubique en su lugar, si tu cuna es de oro, júntate con el oro y así sustantivamente”. Lo que quiere decir, desde ya se los digo, que Argentina no va a salir campeón, y ¿cómo lo podría?, miren el prospecto del sujeto que los dirige y con eso está todo dicho.

Siguen en orden los estudiosos de la Historia. Tarea muy noble, por cierto, para darnos cuenta de que una vez que este país se liberó de España, también se liberó de los revolucionarios (estos ya no barbuditos, más bien patilludos) y por último se liberó de su libertad entrando por la puerta grande al salón de los súbditos de Inglaterra, la gloriosa. Lo importante es que esta gente se quede así, leyendo nomás, yendo a votar de vez en cuando. Que se convenzan de que no hay nada que hacer y punto.

En otro sector tenemos a aquellos a los que les interesa estar a la moda, lo cual es muy correcto porque uno no debe desentonar. Ya lo decía Choly Berreteaga el jueves pasado en el British Jockey Aristocratic Club: «Si es temporada de zanahorias, por qué voy a andar cocinando papas». Pobrecita, ya está vieja, pero sigue manteniendo el espíritu y las costumbres, que es lo importante.

Bien, a continuación debería explicar el complejo entramado sociocultural que se evidencia tras el resultado de estas encuestas, pero sinceramente estoy demasiado ofuscada por el incidente Brauny y la verdad es que ni me pagan por hacer este trabajo de interprecuestacionadora sino que lo hago por razones de muy diversa índole que algún día, quizás, tal vez, ya veremos, comparta con ustedes.
Ahora me pongo a enviar quejas a diestra y siniestra y si eso no funciona deberé pasar a la acción directa. Esto no va a quedarse así.

Au revoir.

Madame Popodópulus

5 comentarios:

  1. Yo digo que Madame (futura Lady!) tiene razón. Que Brauny pague por lo que hizo! entienda un poco más de HTML o se dedique a no fumar tanta María Juana cuando lo hace!!

    Ja, otra opción es que repitas la encuesta (?)

    ya me siento buena, bella y sin ningún sentido gracias a esta sra. xD

    saluditos!
    beso de menta! :)

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  2. Con las tripas de la última Berreteaga, ahorcaremos a la última Popodópulus!!!!

    Nombre de la Rosa.

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  3. ¡Che! ¡Escribe, Calisto! ¡Nos mata la ansiedad!!

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  4. A mí se me generan tremendas frustranvalaciones que no se haya incluido la opcion "hago miniturismo" en la encuesta del Bicentenario, sobre todo suponiendo que los resultados de la encuesta influyeron en la decisión del gobierno de declarar feriado el dia 24 de mayo...

    Ni hablar de la cocteleria de la primera encuesta con que se podria animar el miniturismo del Bicentenario.

    Ya lo ve, Calisto, me estoy poniendo al dia. Y con las opiniones tambien.
    Seguramente Ud. en el dia de la fecha, tambien se está poniendo al dia.
    Enhorabuena.

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